El primer mes de Sylvie Durán como ministra de Cultura cerró con cambios en su equipo de trabajo. Ayer, lunes 29 de junio , la jerarca destituyó a tres de los directores de importantes instituciones adscritas en esta cartera.

Según dijo en entrevista, los movimientos responden a necesidades particulares de trabajo en grupo: afinidad y visión en el Teatro Nacional, ajustes en la ejecución presupuestaria en el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural y acelerar el proceso de consolidación del Sistema Nacional de Educación Musical (Sinem).

Los nuevos directores son Fred Herrera en el Teatro Nacional (entra en lugar de Inés Revuelta), William Monge en Patrimonio (en el puesto que dejó Ileana Vives) y Ramiro Ramírez en el Sinem (sustituye a Josué Morales).

¿Por qué retira a Inés Revuelta del Teatro Nacional si ha sido una funcionaria que ha propiciado programas exitosos para promover la institución?

Así no nos hicimos el planteo. El planteo era quién necesitábamos que entrara para darle coherencia al equipo, para poder generar mayor sinergia y enfrentar los desafíos que hay en el conjunto de las instituciones. Crear un equipo no es algo que se hace de la noche a la mañana. Hay puestos estratégicos en relación con distintas tareas que tiene el Ministerio y uno necesita tener compañeros con los que sabe cómo van a reaccionar en grupo, que estamos suficientemente en sintonía de visión. Grosso modo , las razones son la coherencia, la capacidad de visión compartida y de alinear las instituciones. Hay también un tema de ejecución presupuestaria que tiene que ver con la decisión en una de las entidades.

¿En cuál de ellas?

En el Centro de Patrimonio. Ahí necesitamos ajustes en ese sentido: apretar que la ejecución presupuestaria sea más eficiente. Es una institución que tiene un trabajo muy grande.

¿Siente que William Monge, nuevo director, podrá hacer mejor ese trabajo?

Me parece que sí y que tiene un compromiso más particular desde la perspectiva patrimonial del Ministerio en general y de lo que significan estas inversiones para la ciudadanía . Todo el tema patrimonial necesita un diálogo muy claro donde la persona tenga una autoridad, una capacidad de convocar a todos nuestros públicos externos.

¿Ileana Vives (exdirectora del Centro de Patrimonio) no contaba con esa capacidad de diálogo?

No, no se trataría de eso. Hay que ajustar… Yo me encuentro la situación de que hay una merma en la ejecución presupuestaria entre el año pasado y este, entonces necesito apretar clavijas. Esa no es una responsabilidad solo de doña Ileana, sino de todo el Centro de Patrimonio. Hay que hacer varias operaciones dentro para asegurarnos de que sí ejecutamos.

En el caso del Teatro Nacional, ¿siente que faltaba esta sinergia de trabajo que mencionaba?

El Teatro Nacional es una gran institución en sí misma y yo sí visualizo un diálogo más claro con el ambiente contemporáneo y la voluntad de acercarse a las otras instituciones de las artes escénicas para enfrentar desafíos que son comunes a todas.

¿Existía alguna demanda de acoso laboral en proceso contra Inés Revuelta?

Sí… Igual, como le digo, ese es un puesto de confianza y necesito ahí una persona con la que tengamos esta afinidad de visión. Ese es un tema más singular que para qué estamos haciendo toda esta matriz de cambios, y desde el punto de vista institucional pesa más el tema de si podemos o no alinear propósitos. Nosotros entramos en una curva de muy poco margen, necesitamos tener más impacto y capacidad concertada muy pronto y necesito compañeros que entren en ese propósito.

¿Siente usted que Fred Herrera, nuevo director del Teatro Nacional, tiene las cualidades para ello?

Absolutamente. Su cercanía con grupos muy variados en edad y generación; su cercanía con el sector profesional, con los propios compañeros que están en las otras estructuras de artes escénicas y algo muy importante: una trayectoria con mucho horizonte; ha estado en varios países conociendo cómo se resuelve desde la perspectiva de un artista andar por el mundo.

De los tres nuevos cargos, Herrera es el único que no tiene experiencia como funcionario de instituciones culturales...

Sí, no tiene, pero tiene un perfil muy singular. Es economista y estuvo en el Mideplan antes de ser artista. Es una persona extraordinariamente dedicada, rigurosa y disciplinada. A ninguno de los compañeros los estamos mandando a que resuelvan individualmente, nosotros creemos en el trabajo en equipo. El viceministro de Cultura (Max Valverde) es presidente de la junta directiva del Teatro Nacional; lo acompañan Marielos Fonseca, del Melico Salazar, y Mildred González, quien fue directora de la Compañía Nacional de Danza, que va a ser, a partir del 27 de julio, su asistente. Ellos cubren juntos la capacidad de acoger, tomar y chinear la posibilidad de vínculo de nuestra joya.

¿Responde la salida de Josué Morales a los problemas del limitado número de plazas de profesores del Sinem?

Don Josué no sale, se queda ‘de segundo’: como director académico. Él ha estado haciendo un trabajo muy intenso de sistematización, revisión de convenios, un proceso muy largo y creo que, poco comprendido, para que esas plazas puedan ser usadas.

¿Qué cualidades aportará Ramiro Ramírez a ese panorama?

Él tiene una trayectoria que todo el mundo reconoce. Ha estado más de 20 años del Coro Sinfónico; es una estructura de trabajo voluntaria. Hay que tener un especial carisma y de ánimo para que se sostenga una estructura a pura voluntad y corazón. Ese es uno de los valores, la capacidad de vincularse, movilizar el soporte voluntario del Sinem. Además fue productor ejecutivo del FIA; completa un perfil bien extraordinario y especializado. Es un gran músico, muy versátil , desde una producción como West Side Story hasta el Coro Sinfónico , con una capacidad gerencial demostrada y que, además, tiene la capacidad de generar y sostener.

¿Ya se perfila alguien para sustituirlo como director del Coro Sinfónico?

Él va a sostenerse como está ahorita hasta el 26 de julio y tendrá como recargo el trabajo del coro. Ahí avisaremos el nombre.

¿Daría él un acompañamiento a quien lo sustituya?

Creo que es inevitable por su afecto al proyecto y porque el Coro mismo es su referente de muchos año. Sería un desapego muy ingrato para todos pretender que no siga con cercanía a ese mundo de la música.

Sobre las indemnizaciones del FIA, ¿cómo se justifica la cifra de los ¢88 millones a pagar?

Las indemnizaciones ahorita tienen que ver en general con los montos que había que pagar. En ningún momento nos estamos pasando del presupuesto original. Lo que está fuera de lo previsto son algunas cosas que no habían pasado por una contratación formal, por el proceso regular de contratación.

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¿Cómo se van a resolver las personas sin orden de compra?

Son 11 casos que faltan de documentar. Caso a caso, los cuatro abogados –que trabajan en tiempo extra– lo analizan, hacen una propuesta justa para las partes y eso se refrenda en Contraloría.

¿Es cierto que se les ha sugerido un pago completo por las presentaciones hechas o la alternativa de esperar 6 meses para recibir su indemnización?

Bueno, esas son las alternativas que tienen. Lo que el Estado puede pagar es aquello que fue servido, si no fue servido pero fue culpa del Estado, toca hacer el proceso de rescisión administrativa, el problema es que es largo. Son montos que la gente no puede sostener. Esto es lo que el Estado puede hacer porque tiene que cumplirles a los artistas y a la gente que pone los impuestos. Nosotros estamos en la encrucijada de asegurar que se defiende el derecho y la corrección del uso de recursos públicos con ambas partes. Estamos acelerando lo más posible con tesorería.

Otras de las actividades grandes que tiene el Ministerio de Cultura es la Feria del Libro, ¿es cierto que se trasladará a setiembre?

Exactamente.

En otro tema, ¿cuál fue el acuerdo al que llegaron con la Cámara del Libro?

Yo empecé a hablar con ellos relativamente pronto, también con las editoriales independientes de Casa del Cuño. Fuimos considerando el proceso dónde estábamos y lo que nos correspondía para que finalmente cumpliéramos con el procedimiento. Les planteamos que la opción correcta era pasarnos a setiembre. Los visité en su sede en San Pedro y llegamos a ese acuerdo.

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¿Quiénes son los nuevos directivos?

Fred Herrera, Teatro Nacional. Herrera ha dedicado su carrera  a la formación de la danza butoh en el país, disciplina que retomó hace cinco años. Radicó muchos años en Francia, donde estudió mimo desde 1984 estudiar mimo en la escuela de Marcel Marceau, en París. Cuenta además con una licenciatura en economía de la Universidad Nacional y fue funcionario del Ministerio de Planificación durante tres años.  Herrera sustituirá a Inés Revuelta a partir del 27 de julio, cesada de labores del área de cultura.

William Monge, Centro de Patrimonio. Monge trabajó 23 años como arquitecto del Teatro Nacional, en grandes proyectos de restauración del inmueble como la revitalización de la cúpula y el cambio en el piso del escenario del teatro. Monge ocupará el puesto de Ileana Vives desde el 1 de julio, quien continuará en el Centro trabajando como arquitecta.

Eric Ramírez, Sinem. Ramírez ha dirigido al Coro Sinfónico Nacional (CSN) desde 1989 y, desde el 2014, el Coro de la Escuela de Artes Musicales. Recientemente dirigió a los músicos de la Orquesta Sinfónica Juvenil durante la temporada del musical West Side Story. Asumirá desde el 1 de julio, con recargo de labores con el CSN,  la dirección general del Sinem.  Su actual director general, Josué Morales, seguirá como director académico de la institución.