Fiorella Masís. 23 noviembre, 2020

Al Club Sport Herediano le bastó menos de un año para ponerle su primera estrella al proyecto del fútbol femenino.

Paula Coto (der.) celebró a lo grande su gol ante Saprissa. Foto: José Cordero
Paula Coto (der.) celebró a lo grande su gol ante Saprissa. Foto: José Cordero

Hasta enero de este 2020 el equipo que hoy celebra por lo alto llevaba el nombre de Moravia. Cambió sus colores, su estadio y sus dirigentes, pero siguió con una base importante y añadió otros refuerzos.

Ese impulso desde la casa florense terminó de afinarlo y agrandar su candidatura al título.

La promesa con la que se inició esa nueva etapa concluyó este lunes en el Ricardo Saprissa, donde las rojiamarillas igualaron 1-1 y confirmaron su regularidad durante el campeonato.

Ese empate era suficiente porque significaba ganar la cuadrangular y como también se había dejado la fase regular, el título era automático.

Diferente a Saprissa que estaba obligado a ganar para seguir soñando por un cetro que finalmente no llegó. De hecho, estuvieron lejos de ello en la mayoría de los 90 minutos.

Las moradas lo dijeron en repetidas ocasiones: este duelo era una final más. Sin embargo, esta vez les costó muchísimo mostrar esa urgencia por anotar.

El equipo con apremio era Saprissa y eso no se notó sobre la gramilla. Herediano fue inteligente, manejó los momentos del juego, pero al mismo tiempo fue peligroso.

Por eso no fue casualidad que el Team tomara la ventaja en el minuto 63, con anotación de la zaguera Paula Coto, quien aprovechó mucho espacio en el área en un tiro libre cobrado de forma perfecta por su compañera Cristín Granados.

Ese tanto, imperdonable para la zaga tibaseña, fue como una lápida para el equipo local.

Probablemente muchos pensamos: “si Saprissa no reaccionó antes, era difícil que lo hiciera ahora”.

Pero también había que tomar en cuenta el tipo de futbolistas que conforman las filas moradas, entre ellas Katherine Alvarado, una de las más regulares y determinantes del torneo.

La experimentada jugadora tomó su papel para reanimar a la S. Se quitó marcas, ingresó al área y envió un remate cruzado imposible para Priscilla Tapia.

Tan solo habían pasado dos minutos (65′) desde el gol en contra y el reloj le daba esperanzas a su club.

Había juego, parecía el despertar local, pero esta vez necesitaba más que la inspiración de su mejor futbolista.

Y eso nunca pasó. Herediano siempre fue mejor, incluso en esos minutos en que pudo haberse conformado con un empate buscó más, seguramente también percatándose de un rival inofensivo.

“Jugamos fútbol en todas las canchas y eso ha sido en todos los partidos, hemos salido siempre a proponer, Saprissa nos empató y seguimos atacando. Este equipo tiene esa convicción de ir a jugar siempre”, recalcó el entrenador Bernal Castillo al final del partido.

En el banquillo morado tampoco hubo reacción ante esa actitud. El ímpetu del visitante dejó fría a la entrenadora Karol Robles, quien en el epílogo reclamaba el tiempo de reposición, pero ese era el problema menor para Saprissa.

Parecía ese típico juego en que por más minutos a favor, las tibaseñas no encontrarían la forma de romper su baja productividad y la calma rival.

Herediano celebró en la Cueva, con Jafet Soto en un palco alzando los brazos, y ratificando su compromiso con el fútbol femenino.

Si de premiar al más regular se trata, esta vez no hay ninguna duda: el Team arrasó en el torneo femenino 2020.