04 Enero, 2016  
 
 
 
OPINIÓN

El sexismo en la publicidad

Ermida Agüero Ugalde*


    El sexismo es un comportamiento que promueve el trato discriminatorio entre personas en razón de su sexo biológico. Surge de estereotipos sobre las características y roles sociales, con consecuencias que pueden alcanzar hasta la mutilación del desarrollo personal en sus diferentes ámbitos. 

     

    Diversos estudios explican su origen, teniéndose como posibles causas aspectos fisiológicos como la maternidad, elementos míticos religiosos, históricos, culturales, educativos y laborales. Se trata de discriminación negativa, un sexismo hostil, hacia las mujeres principalmente, que son conceptuadas como seres débiles e inferiores que requieren del auxilio de un ser superior y dominante, que es el varón; o que aunque se consideren sus aspectos positivos requieren de un varón que la domine y la proteja.

     

    Una educación con lenguaje patriarcal –que utiliza él- tanto en la familia como en la sociedad en general, para referirse a las cosas y a las personas sin distinguir su género, fomenta esta imagen de inferioridad de la mujer. Estas manifestaciones machistas y creencias religiosas que han idealizado en la mujer, la figura materna, su virginidad y que erróneamente la conceptúan como persona sumisa, pueden haber contribuido al aprendizaje de conductas sexistas y a la violencia que se ha generado en su contra por parte de los hombres y de la sociedad en general.

     

    Si bien, la familia ha sido la célula principal de la sociedad, no deja de ser una escuela para el aprendizaje distorsionado de roles para hombres y mujeres, especialmente por razones económicas y estructurales. 

     

    Es un medio donde se ha propiciado la división de roles por sexo. Con la figura femenina se han asociado labores domésticas, secretariales, manuales, de enfermería, maestra, cuidadora; con el varón actividades de militancia, técnicas, de agricultura, de mecánica, de comercio.

     

    Hasta hace casi dos décadas la realidad era así, pero, actualmente hay hombres que se dedican a labores como la cocina, moda y belleza que otrora fueran espacios para mujeres. Procesos sociales como la promulgación de la Ley de Promoción de la Igualad Social de la Mujer de 1990 y un trabajo de concientización, han generado cambios positivos en este sentido. Así las mujeres gradualmente han logrado posicionarse socialmente y hacer valer sus derechos como personas, demostrando sus fortalezas en diferentes ámbitos laborales que habían sido exclusivos para los hombres. 

     

    Lamentablemente los esfuerzos parecen insuficientes, ya que no pocas mujeres continúan siendo presas de los medios publicitarios en los cuales se utiliza su imagen para posicionar determinados productos, incluyendo su figura. Mujeres que por la ambición o necesidad económica y con baja autoestima, caen en estas redes y se convierten en presas de fácil explotación sexual. Este modelo de sociedad materialista y utilitaria que pareciera carecer de control alguno, impide superar los obstáculos para reivindicar la imagen de la mujer como persona sujeta de derecho.

     

    Siendo así, continúa fomentándose su imagen como objeto sexual, como ser débil e inferior y víctima de la violencia ocasionada con la publicidad que vende su imagen como simple mercancía. La imagen de la mujer como objeto sexual, continúa siendo un reto para una sociedad que se precie de ser equitativa y desarrollada con medios publicitarios de alto nivel.

     

    *Asesora Comisión Costarricense de Cooperación con la Unesco

     

    | Lunes 14 Diciembre, 2015

    EL CLIMA DE HOY

    °/° San José
    °/° Alajuela
    °/° Cartago
    °/° Heredia
    °/° Puntarenas
    °/° Guanacaste
    °/° Limón

    LOTERÍA 13 Diciembre, 2015

    • 63
      SERIE: 139
      1º PREMIO
    • 91
      SERIE: 538
      2º PREMIO
    • 37
      SERIE: 834
      3º PREMIO

    COMENTARIOS

    COMENTARIOS